Las colonias de reproducción del flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) casi triplicaron los resultados de años anteriores con 13.211 nacimientos, de los cuales resultaron 11.835 pollos vivos, un 89,58% de la nidificación.
Ya existía certeza de un buen año reproductivo. Esto porque en cada salida a terreno era posible ver el Salar de Surire lleno de polluelos de flamencos en etapa de volanteo. Pero las cifras que arrojó la evaluación del proceso reproductivo 2012 fueron igual una sorpresa. Una grata sorpresa.
Las colonias de reproducción del flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) casi triplicaron los resultados de años anteriores, con 13.211 nacimientos, de los cuales resultaron 11.835 pollos vivos, un 89,58% de la nidificación. Comparativamente, las cifras del 2010 fueron de cuatro mil pollos vivos y la del 2011 de 4.220.
El espectacular resultado de la nidificación 2012, según explica el jefe del Departamento de Áreas Protegidas de Conaf, Carlos Nassar, estaría en las favorables condiciones climáticas, que permitieron una disponibilidad de lluvias en la medida adecuada para el proceso.
La “medida adecuada”, según explica Nassar implica “que la lluvia no fue mucha, como para inundar los nidos; ni tan poca como para que no haya alimentos suficientes, es decir que provean la presencia de microcrustáceos y el plancton del que se alimentan los flamencos”.
Los flamencos usan las lagunas superficiales para nidificar, las que se crean producto de las lluvias estivales. Éstas luego se empiezan a secar con el paso del tiempo, ya sea por efectos de la radiación, la evaporación o el viento. En ese momento se van a otras lagunas de tipo permanente, pero siempre de escasa profundidad, ya que son ésas las que les sirven para hallar el alimento. Es decir, no sirven las lagunas de gran profundidad, pues los flamencos no se zambullen como otras aves. Lagunas someras permanentes existen al interior del Salar tras la guardería de Conaf, frente al retén de Carabineros y frente a Quiborax. Laguna Colorada y Laguna El bote, son algunos de los nombres lugareños. Por eso Surire es Sitio Ramsar, es decir Sitio de humedales de Importancia internacional, de acuerdo a la Convención Internacional de los Humedales, la que lleva el nombre Ramsar, por la ciudad iraní, en que se constituyó en el año 1971.
Los flamencos de Surire ya recorren ahora otros salares altoandinos, ya sean de Perú, Bolivia, Argentina e incluso otras regiones del norte de Chile. El éxito reproductivo de este año, permitió sin embargo contar con colonias de nidificación prácticamente todo un semestre, contribuyendo al atractivo del Salar de Surire, como una de los sitios más hermosos de la geografía nacional.